📌 Introducción
En el jardín del Edén se encontraba el árbol del conocimiento del bien y del mal. Vaya nombre para un árbol, ¿no? Y a mí, que me parecía extraño el “ficus”… ni hablar del nombre científico, que imagino es un conjunto de letras consonantes que se cayeron del tablero del Scrabble. En la Palabra de Dios encontramos que los nombres son importantes y descriptivos. Este en particular no es la excepción. Ahora bien, ¿el tema de este árbol es el conocimiento del bien y del mal, así como quien sabe qué es lo que está bien o no? Claramente no. Dios mismo les había explicado a Adán y a Eva que no debían comer de él, con lo cual estaba estableciendo en ellos un conocimiento acerca de que comerlo estaba mal. Por lo tanto, ¿cuál era entonces el problema con ello? Pues el mismo que tenemos hoy en día.
Para explicarme mejor, déjame decirte que no es un problema de conocimiento, sino de definición del bien y del mal. Adán, al comer del árbol, estaba decidiendo que él establecería qué es lo que está bien ylo que está mal, y no Dios. En una apreciación personal, creo que era un árbol común y corriente, como
cualquier otro; solo que Dios lo utilizó para comprobar el comportamiento de Adán. Desde entonces, decidimos definir y decidir por nuestra cuenta qué es lo correcto en vez de comer del árbol de la vida, que paradójicamente se encontraba en el mismo jardín y en el cual Adán y Eva no se interesaron.
📖 Reflexión Bíblica
Ahora volvamos un poco a nuestros días. Hoy seguimos haciendo lo mismo y con el mismo peligro que al inicio. La Biblia dice que la voluntad de Dios es “buena, agradable y perfecta” (1); sin embargo, nos encontramos con situaciones en las que, efectivamente, estamos haciendo la voluntad de Dios y nos parece “mala, desagradable e imperfecta”, como puede ser nuestro trabajo, ministerio, cónyuge o incluso hijos. Veámoslo de una manera más bíblica: no hubo voluntad de Dios más clara en toda la historia que la de Jesús. La voluntad de Dios (2) era el sufrimiento, el quebranto, la humillación y la muerte. Claramente también la resurrección y la satisfacción de lo logrado (3), pero en el tiempo en que Jesús estaba siendo crucificado, en ese presente, la voluntad de Dios —a nuestra manera de verla— era muy poco agradable y buena. Incluso en Getsemaní, quizás en su momento de mayor humanidad, Jesús lo vio como un tiempo terrible que, si fuese desde nuestra definición del bien y del mal, sería el más terrible que jamás haya existido. El hombre no puede comprender los tiempos de Dios porque no ve lo que va a suceder luego. Y es ahí donde está la confianza que debemos tener: confiando en el gozo venidero, como Jesús al ver el fruto de su padecimiento (3). Las cosas que Dios tiene para nosotros no pueden medirse bajo el sistema de definición humana, sino por el divino. Sí, Dios tiene planes de bienestar (4), pero seguramente no sean inmediatos, ya que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un mayor peso de gloria. Hay cosas que no podemos ver con los ojos de Dios, pero sí podemos confiar en Su criterio. La enfermedad, el dolor y el sufrimiento no son la voluntad de Dios para la humanidad; Él piensa erradicarlas para siempre. Pero, mientras tanto, en el mundo tendremos aflicción, y nuestros cabellos están contados por nuestro Padre celestial. Su criterio es superior al mío y al tuyo.
🙋 Aplicación Personal
En este tiempo presente del cual huimos, no solo de manera física, sino también emocional o incluso con algún vicio que destruye tu vida, tenemos la opción de tomar del árbol del conocimiento del bien y del mal y definir esta temporada bajo nuestros estándares, o comer del árbol de la vida, que es Cristo, y así poder atravesar este tiempo presente tomado de Su mano, que —te garantizo— no te soltará jamás. Recuerda: “Dios guarda en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Él persevera, porque en Él ha confiado” (Isaías 26:3). Todos necesitamos paz en este atribulado presente. El medio para obtenerla es confiar. Él da paz de una manera distinta al mundo; no es con certezas materiales, sino con fe en Su amor y paternidad.
🙏 Oración
Padre aumenta mi fe y el conocimiento de cuan grande es el amor de Cristo por mi. Enséñame a soltar mi propia definición del bien y del mal, y a confiar en que Tu voluntad es siempre perfecta, que tus pensamientos son más altos que los míos aunque mis ojos no lo puedan ver en este momento. Llévame a vivir cada día decidiendo el Árbol de la Vida que es Cristo, a confiar en que este es el día que tú has hecho y a gozarnos en él. Espíritu Santo guíanos a la verdad de que somos amado y a dejar nuestra ansiedad en manos del Padre quien tiene cuidado de nosotros. Inunda nuestra vida con tu paz eterna. Te pido confiando en la obra de Jesús a nuestro favor, quien reinará por los siglos de los siglos, Amén.
📌 Versículo para meditar y profundizar
Romanos 12:2 "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Isaías 53:10-11 "Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos."
Jeremías 23:12 "Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová."