"Todo lo nuevo que Dios quiere hacer en nosotros requiere fe, expectativa real en nuestro corazón"
Lectura Bíblica - Juan 5:1-9
Un hombre estancado en una misma realidad durante más de 38 años. Había hecho de su situación su paisaje, su vida, esa situación había forjado su identidad. Era uno de los que se habían conformado a una situación difícil y casi acomodado a una incapacidad de la que ya ni siquiera intentaba huir. Nuevamente estamos ante el caso de un hombre en el que su identidad está definida por una situación externa. La semana pasada hablamos del jóven rico… y como lo que más amaba era sobre lo que había construido su identidad. Ahora vemos un caso contrapuesto. El paralítico de Betesda. Ahora lo que define quien es, es su enfermedad y el lugar en el que se encuentra.
Muchas veces nos podemos encontrar en una situación similar. Las situaciones que vivimos, el lugar en el que estamos pasan a ser todo lo que somos. Es como si a veces resultara imposible ni siquiera imaginar una vida diferente. Puede llegar un momento, como le llegó a este hombre, en el que PIERDES LA EXPECTATIVA.
¿Por qué se pierde la expectativa? A este hombre le ocurrió por 3 razones: (1) Vivir basado en falsas esperanzas, (2) Soledad no deseada, y (3) complejo de inferioridad.
Podemos estar lidiando con la misma situación día tras día y no tener ningún deseo de experimentar un cambio. Pero Jesús se acerca a nosotros para que podamos recuperar la fe. La misericordia que este hombre necesitaba no estaba en el estanque. Estaba en Jesús, el misericordioso.
Por eso hoy puedes recuperar la expectativa. Porque Jesús se acercó a tí a través de un sacrificio perfecto en la cruz del calvario. Para que ya no estés más solo, para que puedas basar tu vida en una esperanza real, para que sepas que tu vida vale tanto como para que Él, un varón perfecto, entregara la suya por tí.
"Cuando reconocemos lo cerca que está Jesús de nuestra situación, solo nos queda obedecerle"
Tu vida puede cambiar. Tu situación puede ser diferente. Tu enfermedad puede dejar de estar. Tu corazón puede ser restaurado... No hay nada que sea imposible si Jesús está a tu lado. Por eso puedes recuperar la expectativa. Porque Jesús tomó la iniciativa.
Oración: Jesús gracias porque Tú te has acercado a mí. Tu me amaste primero. Conoces mi situación. Conoces mi corazón. Y no estás lejos de mí para socorrerme. Quiero vivir cada día con esperanza. Con la esperanza de que Tú puedes hacer lo que para mí es imposible. Quiero confiar en los momentos donde me sienta solo/a o desesperado/a. Quiero sentir tu presencia y comprender tu gran amor, para levantarme una y otra vez y decidir seguirte cada día.
AMÉN
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