Antes de que una iglesia pueda avanzar, necesita revisar su interior. En este mensaje basado en Nehemías 5 al 7, el Pr. Ezequiel Santos nos enseña que el crecimiento verdadero requiere integridad, determinación y organización. La integridad nos llama a vivir con coherencia entre lo que creemos, decimos y hacemos; la determinación nos protege de los engaños del enemigo que intenta desviarnos del propósito divino (2 Corintios 2:11); y la organización nos ayuda a mantener la unidad y la identidad del pueblo de Dios, tal como vivió la iglesia primitiva (Hechos 2:41-46). Este episodio nos invita a eliminar los obstáculos internos que impiden el crecimiento, recordando que la restauración comienza cuando el corazón del pueblo vuelve a su propósito y a su Dios.