¿Porqué Jesús cuando envío a los suyos les dijo que lo único que necesitaban era PODER?
La tarea de predicar el evangelio y llegar hasta lo último de la tierra suponía un desafío demasiado grande para aquellos que se habían limitado simplemente a oír, seguir, y obedecer lo que el Maestro les decía los últimos tres años. Hubiera sido conveniente dejarle algunas instrucciones sobre el como llevar a cabo la gran comisión. Pero en cambio Jesús les dice "Recibiréis poder"
Para nosotros hoy es igual. A veces tenemos muchas dudas en cuanto a los pasos que debemos dar para llegar más lejos en nuestra vida cristiana. Muchas preguntas sobre como hacer lo que Dios quiere.
Y hoy la Palabra nos recuerda que necesitamos poder.
"Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." Hch 1:8
Recibir poder tiene que ver con ser. Ser llenos del Espíritu Santo tiene más que ver con lo que somos que con lo que hacemos. Nuestra identidad es transformada a medida que nos acercamos a Dios cara a cara, para cada día ser más parecidos a su Hijo, Jesús.
Recibir poder tiene que ver con cumplir. Ser llenos del Espíritu Santo nos lleva a obedecer. Una persona rendida al Espíritu Santo es alguien que ha decidido obedecer al Señor. Cuando el Señor te llena, recibes la fuerza para cumplir aquello que el te ordena.
Recibir poder tiene que ver con un estilo de vida. Ahora sus vidas ya no serían las mismas, serían reconocidos por sus palabras y sus hechos. Ahora a los discípulos los conocen como cristianos. Ya no vuelven a ser los mismos desde que el Espíritu Santo descendió sobre ellos.
En esta semana puedes orar de la siguiente manera:
"Gracias Jesús porque tu nos has dejado al Espíritu Santo. Quiero recibiri el poder para poder ser todo lo que tu me has llamado a ser. Ayúdame a saber esperar y someterme a tu voluntad para cumplir con el llamado que tu tienes conmigo. Que a través de mi vida, los que me rodean puedan ver a Cristo. Transfórmame cada día a través de tu Espíritu. Para ser cada día más como Jesús. ¡Quiero que Tú crezcas, y que yo mengüe!